Testimonio de Mónica Saravia y Guada
Estimados Ben, Dani y Coti, gracias por tanto. Por haber abierto las puertas de su casa en tan lindo lugar, por haber abierto las puertas de su corazón. Es muy difícil poder resumir tan linda experiencia en pocas palabras y más aún porque además de palabras, hubieron, suspiros, caricias, abrazos, lágrimas, cómplices miradas…. Para Guada, mi hija de nueve años con quién hicimos este viaje y para mí, si tenemos que poner en palabras muchas de las cosas que vivimos en Marchadores podemos decir que compartimos, disfrutamos, conectamos, aprendimos, reflexionamos, crecimos…. Compartimos un día hermoso, con una hermosa familia y con un grupo de mamas e hijas qué si bien no conocíamos el respeto, la escucha, la risa, y el amor nos unía…. Compartimos con la manada de Marchadores el entorno, la naturaleza, la confianza, el aquí y ahora…. Disfrutamos, del sol fuerte, la sombra refrescante, el canto de los pájaros, el agua cristalina, las deliciosas manzanas, las charlas y pensamientos sobre la vida, la luna, la brisa …. Conectamos sin lugar a dudas, con lo que importa, con el otro, el mundo que nos rodea, nuestra respiración, con quienes queremos y la “manada”,… aprendimos que debemos seguir marchando, aprendiendo, siempre desde el amor, el tratar de seguir escuchando nuestro niño interior abiertos a recibir y a dar sin prejuicios…..y aprendimos también a decir OOOOHHH y poner pausa, a orejear, respirar, y valorar todo lo que tenemos. Fue una hermosa experiencia de crecimiento. Empecé con un gracias y termino con un MUCHAS GRACIAS por invitarnos a formar parte de esta hermosa comunidad de MARCHADORES.